Qué son las metas SMART y cómo implementarlas

por Jesús Martínez
0 Comentarios

En la vida es fundamental establecer metas. Claro que, muchas de ellas solo las podremos alcanzar si nos paramos a pensar de forma inteligente. Para ello, es importante definir una serie de objetivos específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales. Es lo que se conoce como los objetivos o las metas SMART.

Objetivos y metas SMART: ¿qué son?

Si hablamos de las metas SMART, antes de nada debemos prestar atención al significado de sus siglas. Como bien te avanzamos, SMART se refiere a Specific (específico), Mensurable (medible), Achievable (alcanzable), Relevant (relevante) y Timely (temporal). Haciendo referencia a las metas que nos permiten medir nuestros esfuerzos.

Objetivo específico

Una meta específica se refiere a una acción concreta. Por ejemplo, desde el punto de vista del ahorro, puedes marcarte la meta de ahorrar un 20% de tu sueldo anual. Es decir, si ganas 20.000 euros, significa ser capaz de ahorrar 4.000 euros al año.

Se trata de un objetivo específico porque es exactamente lo que queremos conseguir. Por lo que, el primer paso puede ser definir bien nuestras metas.

Objetivo mensurable

Algo mensurable es algo que puede ser medido. Es decir, debemos ser capaz de interpretar los resultados y ver si hemos conseguido nuestro objetivo. Además, necesitas disponer de medios para poner medirlo. Por ejemplo, en el caso del objetivo del ahorro, debes tener una cuenta bancaria específica para el ahorro a donde destinar esas cantidades.

Objetivo alcanzable

Una meta SMART también debe ser alcanzable. Esto se refiere a un objetivo que aunque sea ambicioso sea realista y puedas conseguir. Por ejemplo, no sería realista tratar de ahorrar el 50% de tu sueldo si el 60% está destinado a gastos imprescindibles. A no ser que pudieras prescindir de alguno. Por ejemplo, dejar de pagar un alquiler y pasar a vivir con un familiar.

Por ello es por lo que es tan importante fijar metas realistas, porque es así como se podrán conseguir. En base a su cumplimiento, podrás apuntar más alto. Por ejemplo, si logras tu meta de ahorrar el 20% de tu sueldo, el próximo año podrías tratar de subirlo a un 22%. Y así sucesivamente.

Objetivo relevante

Una meta relevante es aquella que es buena para ti. Por ejemplo, ahorrar dinero cada año te permitirá vivir más cómodo y poder darte algún que otro capricho. Incluso puede que sea el impulso que necesitas para comprar la casa de tus sueños.

Digamos que, es una meta que resulta muy beneficiosa para la persona que se lo plantea y que tiene una serie de objetivos. Por eso es tan importante que sigas uno a uno los pasos mencionados, para lograr todo lo que te propongas.

Objetivo temporal

Otra de las metas smart, es la importancia de que sea temporal. Es decir, los objetivos smart deben estar limitados a un tiempo determinado.

Si no te marcas un tiempo, sin duda puede llegar a ser muy difícil de medir si se puede determinar que se ha cumplido o no con la meta, dado que en muchos casos también depende del tiempo en el que se completa.

Por ejemplo, en el caso de la meta que fijamos de ahorrar los 4.000 euros al año, no es lo mismo ahorrarlos en un año que en 20 años. Por eso es tan importante marcarse plazos. Y, sobre todo, plazos realistas.

Esa presión es la que te puede ayudar a cumplir tus metas y a no tirar la toalla, porque puedes conseguirlo.

Usa el método SMART para definir tus metas de ahorro

En primer lugar, ten claro qué te motiva a ahorrar. Pueden ser metas a corto plazo, a medio o a largo plazo. En el caso de que tengas metas a corto plazo, es posible que sientas que no consigues ahorrar. Pero, ¡lo estás haciendo!

Por ejemplo, si te acabas de comprar una casa y todos tus ahorros se han ido en la entrada, puede que tu nueva meta sea ahorrar para los muebles y la decoración. En ese caso, es totalmente comprensible que veas como todo lo que entra, sale, sobre todo si cada mes dedicas una parte de tu sueldo a comprar alguna cosa. ¡Eso también son metas!

Las metas no siempre son a largo plazo. Si necesitas comprar un sofá para empezar a amueblar tu casa y no tienes dinero, igual con el sueldo del mes que viene sí puedes hacerlo. Piensa que, no ves ese dinero ahorrado porque lo estás gastando en completar tu meta.

Por otro lado, también podemos fijar metas a largo plazo. Por ejemplo, un viaje, la futura jubilación, pagar la Universidad a los niños, etc. Si sueñas con ir a las Maldivas y necesitas 2.000 euros, puedes fijarte un plazo de 2 años para conseguirlo. En ese caso, tendrías que separar 84 euros al mes.

Lo más importante es que elijas metas que te motiven. Así podrás ahorrar sin esfuerzo para cumplirlas. ¡Y todo gracias al método SMART!

Empieza a ponerlo en práctica ahora. En Fintonic estamos a tu lado para ayudarte a que lo consigas.

También te puede interesar