Hay algunos estudios, que indican que una familia española media está perdiendo la oportunidad de ahorrar 2.200 euros al año sólo por no revisar cuánto pagan –y a qué compañías– en suministros básicos.
Una economía doméstica gasta 14.844 euros al año en las facturas de luz, agua, calefacción, gas, etc. y la estadística nos dice que si elegimos a los proveedores más económicos podríamos recortar esa cifra prácticamente en un 15%. En algunos casos, el ahorro puede rondar el 30%, lo que supondría pagar 4.200 euros menos al año.
Estos datos demuestran que tenemos en nuestra mano la posibilidad de ahorrar, pero no lo hacemos, muchas veces por desconocimiento o simple pereza a la hora de comparar opciones. A los españoles nos cuesta crearnos hábitos de ahorro, pero hay algunas pequeñas reglas que pueden darnos el impulso que nos falta para empezar a gestionar mejor la economía familiar.
Los expertos en finanzas, ya sean asesores o empresarios de éxito, no tienen fórmulas mágicas para el éxito, pero sí hay ciertas directrices que suelen tener en común. Desde Fintonic hemos recopilado algunos de estos consejos para ahorrar que sólo te daría un profesional de los números.
1) Engáñate a ti mismo para ahorrar
Existe un concepto llamado ‘contabilidad mental’ que usan algunos asesores: es el mecanismo que se activa, casi de forma inconsciente, cuando nos encontramos ante una cantidad que acabamos de ingresar. Empezamos a pensar qué tanto por ciento vamos a gastar en A, qué porcentaje se irá a B…
Se trata de adelantarnos a nuestros propios cálculos y dejar siempre un remanente, una cantidad fija o… ‘sorpresa’. Lo que aconsejan los expertos ante un cobro es desviar una parte a otra cuenta corriente o a algún producto financiero. Es una cuestión de disciplina y también de fe en uno mismo, en que no nos arrepentiremos de ahorrar ese dinero. Cuando pasen seis meses o un año y veamos lo que hemos ahorrado haciéndonos trampas a nosotros mismos, nos sorprenderá.
Otra forma de auto-engañarnos está en un uso más responsable de las tarjetas de crédito: redúcelas a una sola. Podrás gestionarse perfectamente usando una tarjeta de débito y otra de crédito.
2) Haz dinero con lo que te apasiona
Quizá no tengas el que era el trabajo de tus sueños, pero seguro que sientes devoción por algún deporte, un hobby en concreto… Conviértelo en tu fuente extra de ingresos. Hay cientos de ejemplos de cómo el blog o el canal de Youtube de un aficionado se ha acabado convirtiendo en un método de financiación nada despreciable.
Si esa actividad a la que te encanta dedicar tu tiempo te aporta dinero además de un respiro, la disfrutarás mucho más. Además de abrirte nuevas oportunidades laborales, te permitirá conocer gente con la que compartes gustos en común, y cualquier gasto relacionado con ello lo verás como una inversión. Los gurús lo tienen claro: si haces de tu pasión tu negocio, no habrá quién te pare.
3) Ahorra cuanto antes y en pequeñas cantidades
El mejor momento para empezar a ahorrar probablemente fuese hace años, en cuanto firmaste tu primer contrato laboral; más aún, en cuanto tuviste tu primera paga semanal de niño.
Lo que aconsejan los expertos es destinar a nuestra ‘hucha’ entre un 10 y un 20% de nuestras ganancias desde el momento en que las tengamos. Las últimas cifras al respecto indican que a día de hoy un hogar medio español ahorra un 10,5% de sus ingresos, apenas medio punto porcentual más del mínimo aconsejable.
La forma más sencilla de ahorrar, además de ser una cuestión de ‘educación financiera’ transmitida de padres a hijos, es hacerlo poco a poco. Apartar de nosotros un euro a la semana, que acabe convirtiéndose en un euro al día, por ejemplo, nos convertirá en ahorradores casi sin darnos cuenta.
4) Automatiza tu forma de ahorrar
Las nuevas tecnologías nos pueden ayudar a ahorrar con mecanismos muy simples y del todo intuitivos: el más útil, la transferencia periódica. Si cobras el día 1, programa una pequeña transferencia el día siguiente a otra cuenta destinada sólo a tus ahorros. Llegará un momento en que te olvides de ella, pero seguirá haciéndose cada mes, sin que apenas te des cuenta, y en un año te llevarás una agradabilísima sorpresa.
Otra herramienta gratuita muy útil para los ahorradores es Fintonic. Esta herramienta, además de categorizar los movimientos de todos tus bancos y tarjetas automáticamente y mandarte alertas cuando detecte anomalías en tus cuentas (cobro de comisiones, recibos duplicados…), permite gestionar desde la web o desde tu smartphone pequeños objetivos de ahorro de forma que hacerlo no suponga un quebradero de cabeza. Por muy pequeña que sea la cantidad que elijas ahorrar, siempre será útil el día de mañana. La clave está en regirse por presupuestos realistas y metas de ahorro que podamos asumir.
5) Amplía tus mercados cada vez más
Cuanto más te conozcan, mejor y más trabajarás. En una época en la que tenemos tan fácil el acceso a la web y a las redes sociales, las apps y las webs, debemos aprovechar esos instrumentos.
Según el Observatorio Cetelem los canales de venta on line son los favoritos de los consumidores para adquirir productos y servicios: desde viajes y hoteles por turismo a la tecnología y la informática o accesorios para el tiempo libre.
Convertirnos en distribuidores globales, no sólo locales o regionales, nos hace poderosos. Aumenta nuestros clientes potenciales y por tanto nuestras oportunidades. No despreciemos nunca lo que Internet puede hacer por nuestro negocio.
6) Valora los cambios, las monedas sueltas
En Europa no tenemos un billete de un euro, como en EE.UU. tienen su billete de dólar, pero sí tenemos una gran cantidad de papel moneda por valor de 5 y 10 euros. Los expertos nos dicen que gastemos los billetes pequeños en nuestras compras diarias y que dejemos las monedas sobrantes siempre que sea posible en una hucha aparte.
Tener por norma reservar siempre las monedas de dos euros para ahorrarlas es una medida fácil de tomar y de cumplir. De una forma sencilla podemos juntar entre 30 y 40 euros casi sin darnos cuenta en un mes o dos. Esta sencilla costumbre también puede incentivarnos a la hora de prescindir más a menudo de las tarjetas de crédito, que en ocasiones nos hacen ser menos conscientes de los gastos que hacemos.
7) Aprende a gestionar y valorar el sacrificio que supone ahorrar
En un artículo anterior de Expansión hablamos de neuromarketing y de cómo el acto de pagar nos duele, literalmente, ya que activa ese área en nuestro cerebro, aunque lo compensamos con las endorfinas que libera el concedernos un capricho.
Los buenos ahorradores saben darle el valor que tiene al sacrificio que supone ahorrar: no pain, no gain, como dicen los deportistas. La consigna es hacer más con menos, y ser plenamente consciente de que estamos aplazando nuestras recompensas.
8) Disciplina, disciplina, disciplina
Todos estos consejos para ganar dinero y ahorrar tienen detrás lo que podríamos considerar un valor fundamental: la constancia, la seguridad de saber que sólo siendo inquebrantable en tu propósito conseguirás tener éxito financiero, tanto a nivel doméstico como empresarial. La disciplina y el autocontrol serán tus mejores aliados a la hora de racionalizar el gasto para acabar creando riqueza, tu propia riqueza.
9) Averigua qué es lo que te funciona
El último consejo de esta lista tiene que ver contigo, con tus circunstancias, debilidades y fortalezas. Conócete a ti mismo para saber si podrás hacer tuyas las reflexiones anteriores, o cómo adaptarlas a tu día a día.
Si quieres monitorizar todos tus progresos como ahorrador, no te olvides de ayudarte con la app de Fintonic, donde verás el balance de tus ingresos y tus gastos de uns solo vistazo con gráficas y recomendaciones de ahorro ad hoc a tus circunstanciasc. Tómate un tiempo para decidir cómo acometer tu reto de ahorro, elegir cómo invertimos en él y ver cuánto da de sí el resultado según pasen los meses.