Cómo ser freelance y no morir en el intento

por Jesús Martínez
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¿Cuántas veces has asistido a ese debate de los pros y contras de ‘ser tu propio jefe’? Hay determinadas profesiones en las que cada vez más personas optan por dejar de ser asalariados y convertirse en trabajadores autónomos. Supone libertad, sí, pero también muchas responsabilidades. Bienvenidos al mundo de los freelance. En Fintonic nos ponemos manos a la obra para descubrir TODO lo que necesitas saber si te planteas lanzarte a esta aventura. ¡Lectura para valientes! 😉

Quiénes y cómo son los freelance

El autónomo, ¿nace o se hace? Literalmente, SE HACE, o mejor dicho, se da de alta. Averigüemos por qué cada vez más españoles optan por convertirse en freelance:

Los números del Ministerio de Trabajo sobre el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) reflejan un aumento sostenido del número de freelance en los últimos cuatro años. En la actualidad, más de tres millones de personas trabajan por cuenta propia en España.

Los freelance suponen el 18% del total de afiliados a la Seguridad Social. Además hasta un 13% de los autónomos tienen empleados a su cargo: esto supone que han generado cerca de 800.000 puestos de trabajo.

El aumento de autónomos se explica a menudo como una consecuencia de la necesidad de reinventarse en tiempos de crisis. El trabajo asalariado está en un punto difícil en España, como un enfermo en coma que intenta despertarse, y desde el Gobierno intentan promover el autoempleo con estrategias de desigual resultado.  

Hacienda, la Seguridad Social y tú

¡Bien, ya has decidido que serás Freelance! ¡Comienza el papeleo! No te asustes,  quédate con estos dos pasos: Primero visita Hacienda, después a la seguridad social.

Para darte de alta en Hacienda, tienes que rellenar el Modelo 36 (lo llaman así porque el nombre es largo, pero largo: Declaración Censal de alta, modificación y baja en el Censo de obligados tributario). Esto es una solicitud que puedes descargar desde la página de la Agencia Tributaria, puedes rellenarla y enviarla vía online o entregarla en la oficina que te corresponde según la zona en la que vives. Efectuado el trámite ya podrás emitir facturas. ¡Bieeen! 😉

Siguiente paso, la Seguridad Social. Tienes un plazo de 20 días tras darte de alta en hacienda, para hacer lo mismo en la seguridad Social, a través del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Ahí es donde se escogen las bases y tipos de cotización que regulan las cuotas. De ellos dependerá tu alta como autónomo, la base de cotización que fijarás –suelen aconsejar que fijes la mínima–, la mutua que te cubrirá llegado el caso y una posible cotización por desempleo.

Una vez dado de alta, recuerda que tendrás que presentar una declaración del IVA cada tres meses en un documento que se convertirá en un imprescindible: el modelo 303 o de autoliquidación.

Además, con carácter anual, también será necesario que elabores una declaración de IRPF. Este tipo de trámites suelen confiarse a una gestoría o una consultora, especialmente en los primeros meses de vida como freelance, aunque existen aplicaciones como Infoautonomos que pueden resultarte útiles.

Si te atreves a llevar tú mismo tus propios números, sin ataques de pánico, échale un vistazo a este  post de Fintonic. Allí encontrarás las claves para que esas declaraciones de IVA e IRPF no se conviertan en un quebradero de cabeza.

Recuerda que Hacienda no envía el tradicional borrador a los autónomos, debido a que no conoce los gastos e ingresos de su actividad laboral de forma directa, como ocurre con otro tipo de cotizantes. El encargado de calcular las rentas o el rendimiento de la empresa es el freelance; lo que sí puede proporcionarte el Ministerio son tus datos fiscales.

Enhorabuena, ya te has iniciado en el proceloso mundo del trabajo por cuenta propia: eres autónomo. Tus dos primeras preocupaciones van a ser esencialmente dos: dónde encontrar clientes y qué tarifas cobrar. Para encontrar clientes, puede ayudarte usar plataformas de empleo y hacer networking en las redes sociales ;). Para saber cuánto cobrar, hemos encontrados dos apps muy chulas que te echarán una mano: CuantoCobrar y CalculadoraFreelance.

Manual básico de supervivencia freelance

Nos metemos en faena, ¿Cómo embarcarse en esa aventura del trabajo por cuenta propia sin perder el norte? Estas son nuestras claves:

–  Controla tus gastos, especialmente al principio. Si tu idea aún está en fase de desarrollo, sé prudente con el alquiler de tu despacho, el equipo informático y las cuestiones logísticas en general. Si tu proyecto exige una gran inversión inicial, quizá es una señal de que estás arriesgándote demasiado.No olvides que el uso de herramientas online te ayudará a organizar y monitorizar todos tus movimientos bancarios.

–  Experimenta. Estamos acostumbrados a leer apasionantes historias sobre multimillonarios que empezaron trabajando en un garaje o a los que una gran empresa no contrató en su momento. ¡Sé valiente, seguro que tus ideas mola!

–  El pluriempleo es poder: A los empresarios/clientes les gustan los freelance que siempre tienen mucho que hacer. Los autónomos suelen ser creativos y multitarea, una garantía de calidad para quienes les paga, siempre que todos esos frentes abiertos no signifiquen una distracción.

–  Aprende nuevas formas de entender el tiempo libre. Se dice que los autónomos no entienden de vacaciones, puentes, fines de semana… La sociedad supone que están disponibles las 24 horas, 365 días al año, porque realmente así lo parece, pero los freelance también tienen la costumbre de dormir, descansar o incluso dedicar su tiempo a una afición o una familia. Házselo comprender a tu empleador o cliente. Quizá le cueste un poco, pero seguro que lo acaba entendiendo.

– Escucha a tus clientes, sobre todo a aquellos que están contigo desde el primer momento. Quienes han confiado en ti desde que empezaste como freelance saben cuáles son tus fortalezas y tus debilidades. Toma nota de sus sugerencias, sus dudas, y aprende a responder sus preguntas.

Esfuérzate en lidiar con las decepciones, porque las habrá. Detrás de todo fracaso hay una lección. Si tu primera idea no funciona, ve a por la segunda con un nuevo espíritu, y así sucesivamente. Quizá al poco tiempo te veas como el creador de una buena iniciativa y de otras 76 que no lo son: valdrá la pena. Algún día perderás algún cliente o discutirás con él por dinero, pero el mundo no termina allí.

 Nunca pierdas de vista tu faceta administrativa. Tanto si tú mismo te encargas de tu contabilidad como si delegas en una gestoría, es aconsejable tener siempre presentes los plazos del IVA, IRPF,… Recuerda que muchos gastos pueden deducirse cuando trabajas como autónomo. Normalmente, hay que coleccionar las facturas y guardar los tickets para cuadrar las cuentas, pero con Fintonic esta tarea te resultará menos tediosa, la herramienta te muestra en segundos cuánto te has gastado en cada categoría durante el periodo que tu le marques. Por ejemplo, si eres comercial sabrás cuál es tu gasto en gasolina a deducirte. 😉

–  Lucha por ascender: Tu contratante probablemente juzgará tu trabajo por el resultado final y los plazos de entrega. Es importante poner en valor cómo trabajas día a día. Las reuniones semanales con tu cliente servirán como pequeños recordatorios de tu existencia y pueden ayudar a resolver incidencias.

–  Abre una nueva cuenta corriente específica para tu actividad laboral: Para tener más claro cuántos recursos inviertes en tu trabajo y los ingresos que te proporciona, te será útil tenerlo todo en una misma cuenta. Si quieres simplificarlo todo aún más, usa Fintonic para controlar todos tus movimientos de todos tus bancos y tarjetas, saber ipso facto cuándo te ingresan, ¡y fijarte un presupuesto laboral!

Da igual que te consideres autónomo, freelance, entrepeneur o emprendedor. Si has decidido ser tu propio jefe, verás cómo el equilibrio entre libertad (de horarios, elección de clientes) y responsabilidad (fiscal y laboral) no es un imposible.

¡A por ello valientes!

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