Cómo hacer rentable tu piso mientras estás de vacaciones

por Jesús Martínez
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La gran mayoría de los españoles tienen claro desde hace meses dónde y cuándo se van a ir de vacaciones. Los más previsores puede que incluso tengan un presupuesto detallado de lo que les va a costar esa escapada y un plan minucioso de qué van a hacer cada momento. Las vacaciones suponen una partida de gasto importante, pero ¿por qué no convertirlas también en un foco de ingresos?

La mejor opción para procurarnos un dinero ‘extra’ mientras estemos lejos de casa es precisamente aprovecharnos de esa ausencia: la idea es alquilar nuestro piso mientras estamos de viaje. Ésa es la esencia de webs como Airbnb, HomeAway, Niumba, MediaVacaciones, TuCasa… Está en manos del propietario elegir a cuál –o cuáles– asociarse como ‘arrendador vacacional’.

Antes de embarcarte en esa aventura, necesitarás tener claros algunas cuestiones legales. Te aliviará saber que alquilar tu piso durante tus vacaciones está permitido en España, según la Ley de Arrendamientos Urbanos, siempre que lo hagas de forma ocasional. Ante cualquier duda, y especialmente si vas a hacer estas operaciones de forma frecuente, acude a la Consejería de Turismo de la comunidad en la que vives para que puedan asesorarte: muy probablemente tengas que inscribir tu vivienda en un registro específico.

Siempre es recomendable poner todo por escrito, conforme a la Ley, para tener un documento firme que nos respalde ante cualquier problema: lo ideal es elaborar un contrato de alquiler vacacional y, por supuesto, declarar los ingresos que nos proporcione… Lo primero que querrás saber es cuánto puedes ingresar si alquilas tu casa. Para no fijar un precio que esté ‘desconectado’ de la oferta y la demanda que exista en tu zona, deberás llevar a cabo un pequeño estudio de mercado.

Lo aconsejable es establecer un precio que varíe dependiendo de la temporada: por ejemplo, alquilar en Agosto, durante el puente, siempre será más caro que hacerlo a finales de Septiembre o a principios de Mayo. No descartes negociar con cada inquilino; una mayor estancia, que te garantice una ocupación más o menos fija, bien puede valer una rebaja.

Antes y después de alquilar

En muchas ocasiones nos damos cuenta de cuánto necesita nuestro piso que lo adecenten cuando ya tenemos a nuestro inquilino a punto de instalarse… Sin embargo, este error tiene solución si dejamos el asunto de la limpieza y el mantenimiento en manos de profesionales, para que sólo tengamos que preocuparnos de entregar y recoger las llaves.

En este post del blog de Fintonic puedes encontrar más información sobre servicios de limpieza y cómo contratarlos con todas las garantías legales y de calidad. En ese enlace aparecen unas cuantas webs que ofrecen servicios que van desde pasar la aspiradora, fregar el suelo a limpieza a fondo de cocinas y baños.

Entre la oferta disponible, destaca la de Helpling, una plataforma on line que pone en contacto a los usuarios –requiere registro– con profesionales que realizan las tareas domésticas con plena confianza: así nos evitaremos una preocupación a la hora de alquilar el piso.

Indicando en su web en qué ciudad estamos y qué necesitamos, el sistema nos propone a varias personas que pueden atendernos para que podamos elegir el que mejor nos parezca, e incluso ‘repetir’ con quienes han trabajado ya para nosotros. Los servicios de Helpling tienen tarifas de 10 euros/hora cuando son contratados periódicamente, mientras que las tareas puntuales se cobran a 12 euros/hora.

Queda en manos del cliente proporcionarle a ese experto los productos y utensilios de limpieza que podrá necesitar. Puedes encomendarles tanto la puesta a punto del piso antes de alquilarlo como la limpieza después de que el inquilino abandone el sitio.

Podrás saber todo lo que has invertido en tener a punto tu piso gracias a aplicación de Fintonic: de un solo vistazo, esta herramienta permite ver cuánto destinamos al mantenimiento de nuestra casa, agrupando esos gastos en un solo concepto con el sistema de categorías de la herramienta. Sabrás de forma rápida y sencilla de cuánto dinero dispones y podrás seguir la evolución de tus gastos en tareas domésticas desde donde quiera que estés.

Recomendaciones para el arrendador

Una vez limpio y aseado, hay algunas cuestiones de las que te interesará estar pendiente para diferenciar tu piso del resto que hay en Internet:

1)    Nunca pierdas de vista tu anuncio, y mantenlo actualizado. Cada vez que recibas una solicitud para ver o alquilar tu piso, contesta con rapidez y educación, ya sea al móvil o al correo del interesado, incluso aunque lo tengas ocupado. Un arrendador que se preocupa por sus arrendatarios, aunque sea sólo durante las vacaciones, es un tesoro.

2)    Ten tu piso mínimamente equipado. Esto incluye ropa de cama y toallas para todos los posibles habitantes y productos básicos en la cocina (aceite, sal, café…) y de limpieza. Probablemente sea en los ‘extras’ –van desde la terraza y la piscina hasta una conexión a Internet– donde realmente se diferenciará tu casa de otras ofertas.

No ‘abandones’ a tus inquilinos. Si un cliente queda satisfecho con tu piso y con la forma en que lo has atendido, iniciará una onda expansiva de buenas impresiones y recomendaciones, y eso significará más alojamientos, y por tanto, más ingresos. Por eso no hay que desentenderse jamás de tus huéspedes, antes, durante e incluso después de que estén en tu hogar

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