Ahorrar viviendo solo es posible

por Jesús Martínez
0 Comentarios

Cuando vamos a la compra parece que todo está pensado para parejas o familias. Los que vivimos solos seguro que nos estamos entendiendo. Pan de molde con mil rebanadas, bandejas de carne que obligan a comer todos los días lo mismo, o facturas de luz más propias de una familia. Los single somos cada vez más. Jóvenes independizados que, a pesar de tener muchas cosas en contra, también podemos ahorrar con nuestros gastos mensuales.

De hecho, cuando uno vive solo es más rápido implantar medidas de ahorro. No tienes que debatirlas ni ponerlas en común con nadie. Abre tu aplicación de Fintonic y revisa, por ejemplo, tus gastos de luz. Si con los análisis y comparativas que te ofrece la app detectas que has aumentado el gasto en los últimos tiempos, puedes empezar desde ya a tener cuidado con la electricidad que gastas en casa. Vivir solo permite tomar decisiones rápidas y saber que las medidas que adoptas para reducir los gastos se van a cumplir. En familias numerosas esto es más difícil, así que, aquí tienes una primera ventaja para ahorrar. Pero hay más:

 Congela comida. ¿Vas a la compra a por unos muslos de pollo y sólo puedes comprar un kilo? No hay problema. Guisa el kilo entero y congela en diferentes tuppers para poder comértelo cuando lo necesites. De esta manera, aprovecharás el producto completo, mientras que ahorras en luz, ya que sólo cocinas una vez y encima tienes comida preparada para varios días. De igual manera, puedes congelar carne cruda o pan si compras envases demasiado grandes, que puede ser que se estropeen en poco tiempo.

 Aprovecha las ofertas. A pesar de que muchas veces los descuentos están pensados para familias más numerosas, los productos no perecederos pueden ser una opción para que los que vivimos solos. Las ofertas del tipo 3X2 o la segunda unidad al 50% pueden ser un ahorro significativo del que también los single nos podemos beneficiar. Las latas de conserva, los productos de limpieza, la leche, los zumos de brick, el agua, congelados, etc. son algunos de los productos con los que es posible beneficiarse de la oportunidad sin que se vayan a estropear.

 Opta por un frigorífico pequeño. Si vives solo no necesitas guardar una cantidad ingente de comida en la nevera. Los frigoríficos de gran tamaño consumen mucho más que los reducidos, por lo que es una buena opción elegir uno eficiente y pequeño.

 Comparte internet. Si vives solo, probablemente no tengas más de 2 o 3 dispositivos conectados a Internet, como mucho. El ordenador, el móvil o la tablet. Ya hay más de unos que entona aquello de “mi vecino y yo compartimos pared y también Internet”. Las señales wi-fi sobrepasan paredes con facilidad, de manera que la señal que parte de un piso le llega perfectamente al vecino. Compartir señal y compartir factura, de manera que puedas tener Internet por la mitad de precio.

 Prescinde del teléfono fijo. Con las nuevas tarifas que ofrecen hoy en día las operadoras telefónicas, no necesitas tener un teléfono fijo, y podrás ahorrarte esa factura. Te recomiendo que escojas unas factura con tarifa plana, con la que puedas llamar a cualquier operador y fijo y siempre tengas el dispositivo conectado y con la batería cargada, así siempre se te podrá localizar, y no necesitarás un teléfono fijo. Eso que te ahorras.

 Utiliza las luces indirectas y de bajo consumo. Cuando enciendes la luz da igual que sea para una, que para dos que para seis personas, pero si vives solo, el gasto sí es para uno solo. Entre los usuarios de Fintonic, el gasto energético es una de las partidas en las que más dinero fijo se va cada mes, una media de 99 € por factura. La buena noticia es que siguiendo una serie de consejos es posible ahorrar. Por ejemplo, no enciendas las luces cuando vayas a cenar o a ver la tele. Las luces de los halógenos o las lámparas gastan mucho y no son necesarias en estos casos. Para ello, hazte con lámparas más pequeñas, que den luz más indirecta y utilicen una sola bombilla de bajo consumo. De esta manera, ahorrarás dinero y energía, y además tendrás una luz mucho más agradable.

 Otra forma de ahorrar en la factura de la luz es procurar vivir con la luz natural. Sube las persianas y abre las cortinas. Muchas veces se puede estar perfectamente con luz solar y no lo estamos por no comprobarlo. También te recomendamos que si tienes calefacción individual eléctrica no enciendas toda la casa, ya que pagarás una factura muy elevada y no es necesario. Puedes optar por comprar un calefactor o un radiador portátil (siempre estudiando qué es más eficiente y con menor consumo) y utilizarlo en las habitaciones que utilices, el resto, ciérralas. Así mantendrás caliente la zona en la que estés y ahorrarás luz al no tener que encender la casa entera.

Recuerda que tu mejor aliado para combatir los gastos es Fintonic. Además de mostrarte tu información financiera como nunca antes la has visto, posee un sistema de alertas que te avisarán cada vez que algo raro ocurra con tus cuentas, como que te carguen recibos de la luz por duplicado, te cobren comisiones que no esperabas, te avise de saldos bajos en las cuentas evitando penalizaciones del banco por estar en descubierto, ¡y muchas más!

También te puede interesar