La inversión en inmuebles tiene una larga tradición en España. El hecho de poner tu dinero en algo tangible, como, por ejemplo, una vivienda, da tranquilidad. Además, suele ser una inversión rentable. El ladrillo es bastante resistente a la incertidumbre y ofrece buena protección frente a la inflación. Y es una idea sencilla: cualquiera entiende la inversión inmobiliaria por antonomasia: comprar una vivienda para ponerla en alquiler.
Y cada vez más gente pone esta idea en práctica. La inversión es la segunda motivación para los compradores de vivienda, según el último observatorio de la inmobiliaria Aedas Homes. Ahora bien, que sea fácil de entender no implica que sea pan comido. Con los precios aún al alza y los créditos más caros, comprar una vivienda requiere un desembolso considerable.
Eso sí, suele merecer la pena. Para empezar, al sector inmobiliario no le afecta gran cosa lo que suceda en la bolsa. Tener una vivienda en alquiler genera rentas recurrentes. Además, a largo plazo, el precio de los inmuebles tiende a subir. Es decir, que es probable que, cuando decidas vender, consigas un beneficio. Por lo mismo, los alquileres suelen subir con el tiempo. En un contexto inflacionario, como el actual, esto es una ventaja.
Quizá estés pensando: sí, eso está muy bien, pero no me lo puedo permitir. Pero ¿y si hubiera una forma de invertir en vivienda asequible a todos? El crowdfunding inmobiliario ofrece la posibilidad de invertir en todo tipo de inmuebles por una fracción de su precio: 500 euros, por ejemplo, en el caso de Urbanitae. Y el funcionamiento es igual de sencillo, o más aún.
En lugar de aportar todo el dinero para afrontar la compra de un único inmueble, el crowdfunding reúne a muchos inversores para que lo hagan entre todos. Así, los participantes pueden adquirir un edificio en el centro de la ciudad, financiar la construcción de una promoción de viviendas o aportar el capital necesario para rehabilitar un espacio de oficinas… o una vivienda de lujo.
Ventajas del crowdfunding inmobiliario
Los inversores en crowdfunding inmobiliario se convierten en accionistas del proyecto –ponen equity o capital en la sociedad que lo lleva a cabo– o bien en prestamistas. Cuando el proyecto concluye, es decir, cuando se terminan las obras y se venden las viviendas, o cuando el plazo del préstamo acaba, los inversores reciben su dinero de vuelta con los dividendos generados. Estas son las cinco principales ventajas.
- Acceso a inversiones inmobiliarias de alto valor. El crowdfunding inmobilario permite invertir no ya en una vivienda, sino en promociones enteras, que ofrecen rentabilidades mayores. Este tipo de operaciones estaban tradicionalmente reservadas a inversores institucionales, socimis y fondos de inversión.
- Diversificación de la cartera. Al partir de pequeñas cantidades de dinero, se puede invertir en muchos proyectos diferentes, reduciendo el riesgo de la cartera. Es posible diversificar por ubicación, por sector –residencial, comercial, etc.–, por estrategia –equity, préstamo…–. Cada proyecto es independiente del resto.
- Bajo umbral de inversión. La ventaja principal es que ya no es necesario dedicar los ahorros de media vida a una única inversión: una vivienda de alquiler. Con Urbanitae, se puede invertir en 20 proyectos distintos con solo 10.000 euros.
- Gestionado por expertos. Invertir por cuenta propia es trabajoso, e incluye estar al tanto de normativas, impuestos, gestiones… En el crowdfunding inmobiliario, las operaciones las gestionan expertos en la materia supervisados, además, por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
- Invertir sin salir de casa. Las plataformas de crowdfunding inmobiliario son 100% online y no tienen costes ni comisiones. El registro suele ser rápido e invertir en el proyecto que nos interese, cosa de un par de clics.
El crowdfunding inmobiliario permite invertir en inmuebles como los grandes fondos.
Riesgos del crowdfunding inmobiliario
Ninguna inversión está exenta de riesgo. Aunque las plataformas filtran los promotores con los que trabajan y los proyectos que deciden financiar, siempre pueden surgir problemas. Los más típicos son:
- Riesgo de plazo. En el sector inmobiliario, los proyectos suelen durar en torno a los 24 meses. Pero se pueden dar retrasos en la concesión de la licencia, por ejemplo, o en la obtención del préstamo promotor.
- Riesgo de costes. Puede ocurrir que los costes de construcción sean superiores a los establecidos en el plan de negocio. Si costara más llevar a cabo la promoción, la rentabilidad de los inversores se vería mermada.
- Riesgo comercial. También podría suceder que las viviendas tarden más en venderse o deban venderse a un precio inferior al esperado. En ese caso, la rentabilidad del proyecto también descendería.
Cómo empezar a invertir en crowdfunding
En España, Urbanitae es la plataforma de crowdfunding inmobiliario de referencia. Desde que obtuvo la licencia de la CNMV, en 2019, ha financiado más de 90 proyectos por un volumen superior a los 140 millones de euros. Algunos, con promotores grandes, como Inmobiliaria Espacio, Gestilar o Cívitas. También es la única plataforma especializada en proyectos de equity, que ofrecen rentabilidades mayores, y la única que ha financiado proyectos de cinco millones de euros, el máximo legal.
¿Y los resultados? En estos años, Urbanitae ha completado la devolución de 22 proyectos. En total, 18,5 millones que han ido a parar a más de 5.500 inversores. Con una rentabilidad anualizada media del 17%.
Si tienes curiosidad por saber más, entra en Urbanitae.com. El registro es completamente gratuito, y puedes completarlo en la web o a través de la app. Si vas a invertir, invierte en algo que puedas tocar.