5 ideas de ahorro para pasar de despilfarrador a ahorrador

por Jesús Martínez
0 Comentarios

De acuerdo con el último informe publicado por el INE sobre la contabilidad de la Administración, las empresas y las familias, que analiza el cuarto trimestre de 2014, los españoles han ahorrado en ese período un 2,19% de su renta disponible, lo que viene a ser un 30% menos de lo que se ahorraba antes de la crisis.

¿De cuánto dinero estamos hablando cuando hablamos de esa ‘renta disponible’? En el primer trimestre de 2008 la cifra de gasto por familia era de 3.188,13 euros mensuales; en 2014 ha bajado hasta los 2.868,94 euros. Otra estimación más actualizada la ofrecen desde la web Kelisto.es, en la que analizan lo que fue el primer trimestre de 2015. Según sus números, cuatro de cada 10 españoles no ahorra y sólo el 15% lo hace de forma periódica. Cada mes, una familia media está ahorrando unos 400–500 euros, 100 euros menos que en 2008: una cantidad que está por debajo de la media europea.

Ante este panorama, nadie puede darnos la clave para tener una cuenta corriente con saldo infinito, pero sí hay ciertas costumbres que nos pueden ayudar a construirnos una pequeña fortuna.

Para empezar a pensar como un verdadero ahorrador, descargarse la app de Fintonic puede ser un buen paso. Esta aplicación gratuita permite monitorizar los movimientos de todos tus bancos y tarjetas organizados en categorías – lo que gastas en gasolina, supermercado, ropa, etc-, te muestra gráficos y recomendaciones ad hoc y te avisa con alertas con todo lo que ocurre con tus cuentas: avisos de movimientos duplicados, comisiones, saldos bajos en cuenta evitando ser penalizado por tu banco, etc.

Ahora que ya puedes llevar organizadas tus cuentas sin esfuerzos gracias a Fintonic, presta atención a estos cinco consejos sencillos para ir cambiando tu forma de gastar dinero, y especialmente tu manera de ahorrarlo:

1)    Aprende a vivir con menos, se puede

Lo que podemos acabar ahorrando al prescindir de algunos gastos que parecen irrelevantes es sorprendente. Para salir de dudas, no hay más que tener a mano tu app de Fintonic y ver en un par de clicks cuánto supone al año, por ejemplo ese café de todos los días en el bar. Ponte que se trata de 1,20 €, que a la semana suponen 8,4 €, al mes 33,6 € y al año 403.2 € Sorprendido, ¿verdad? Pues imagina cuánto se podría ahorrar rascando en esta y otras cosas que, seamos honestos, no necesitas.

Te recomendamos que te hagas un presupuesto con tu Fintonic para que te avise en el momento en que te estés pasando de la ralla. ¿Lo mejor? Que ahorras sin prácticamente hacer nada.

2)    Ten presente que cada céntimo cuenta

Además de lo dicho en el punto anterior, ponerte un pequeño reto de ahorro cada semana mejorará tu economía de un modo que no te imaginas. Empieza ahorrando algo que en principio no sea muy difícil: quizá 6 euros, lo que te costarían un par de cafés con pincho en el bar. Ninguna cantidad que consigas ahorrar es poca. Si ahorras al mes unos 30 euros (un euro al día), estamos hablando de 365 euros al año, una cifra que no es nada desdeñable si la sumas a los 403 € que ya te ahorras en el punto nº 1, por lo que a final de año llevarías ahorrados 768 € . Piensa que ahorrar es, en cierto modo, una carrera de fondo, un maratón.

3)    Observa y aprovecha formas de ahorrar en el trabajo

Si tu empresa plantea dietas, cheques-comida, o da café y bollitos gratis ¡úsalos a tu favor! Te ayudarán a reducir considerablemente esos gastos innecesarios de los que antes hablábamos. Hay otras empresas que proponen planes de pensiones, ¡valóralos! pídeles más información si lo necesitas y aprovecha la oportunidad que te brindan.

Estos y otros productos te ayudarán con tu estrategia de ahorrador. Alinearte con tu trabajo, con tu empresa, para planificar tu futuro, dado que son quienes aportan la gran mayoría de tus ingresos, suele ser una buena idea. Da igual si eres tu propio jefe o un empleado: convierte tu medio de vida en tu medio principal de ahorro.

4)    Tatúate la palabra ‘presupuesto’ en tu día a día

Si aprendemos a regirnos por presupuestos realistas y metas de ahorro que podemos asumir, nuestras finanzas experimentarán un salto cualitativo. No sólo lo notaremos a fin de mes; una buena política de presupuestos puede salvarnos el año, o darnos margen económico para hacer cosas que no creíamos posibles.

Presupuestar no es sinónimo de restringir, ni significa que tenemos que vivir sin permitirnos un capricho de vez en cuando. Nadie ahorra para sentirse infeliz, sino para conseguir una felicidad mayor, más libre, en el medio y el largo plazo.

Para no agobiarte usando un Excel o llenar una libreta de números y hacer malabares con la calculadora, recurre a tu Fintonic. La app te genera un presupuesto automático que puedes variar según tus necesidades y, gracias al sistema de alertas de la app, evitarás sustos innecesarios.

5)    Qué opina tu cerebro sobre el gasto y el ahorro

La neurociencia ha avanzado mucho en los últimos años y ha dado lugar a áreas de estudio como el neuromarketing, que nos dice cómo percibimos una marca, qué nos transmite un precio u otro… Y que ha averiguado que el acto de pagar, de gastar dinero, produce dolor. Ante una factura o el ticket de una comida, nuestro cerebro hace que el acto de pagar nos duela. En este caso, ahorrar dinero nos hace sentir bien, y nuestra mente lo toma como una recompensa.

Si hay algo que tienen en común los ahorradores es su altura de miras, su disciplina y su paciencia. Son reflexivos y muy poco impulsivos, o al menos controlan esa impulsividad. Tenemos que entender que ese café que no nos tomamos hoy no es un castigo puntual, sino un granito de arena para una recompensa mayor. Si somos viscerales, rara vez tomaremos decisiones financieras inteligentes.

Si alguna vez notas que tu voluntad ahorradora cede, recuerda las palabras del pensador francés Nicolas Chamfort, allá por el siglo XVIII: el más rico de todos los hombres es el ahorrativo; el más pobre, el avaro.

También te puede interesar