¿Qué es un aval?

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¿Te piden un aval a la hora de alquilar o comprar una vivienda? ¿O un coche? Son muchas las situaciones que pueden requerir de un avalista. Si es tu caso, sigue leyendo y descubre qué es un aval y por qué es tan importante.

Aval: qué es

Por definición, un aval es una garantía en forma de dinero o de bienes ante el cumplimiento de una obligación económica. Es decir, una garantía de pago; de tal forma que se pueda recurrir al avalista cuando no se paga la deuda.

¿Para qué sirve un aval?

Un aval puede ser útil en muchas situaciones. Si se quiere comprar un coche y no se dispone de suficiente liquidez o no se tiene un trabajo estable, la financiera puede requerir de un aval. Por ejemplo, un padre o un hermano que le respalde. En el caso de no hacer frente a la deuda, el avalista tendría que saldarla.

También es cada vez más habitual a la hora de alquilar viviendas. Los propietarios buscan garantías de pago, y el aval es una forma de asegurarse el cobro de varios meses de alquiler. Se exige cada vez más a autónomos que no tienen ingresos fijos.

Lo mismo a la hora de comprar una propiedad. Si no se tiene una nómina o trabajo estable el banco podría requerir de un avalista como garantía extra.

¿Cómo funciona?

Para entender mejor su funcionamiento, pongamos un ejemplo sencillo:

Un usuario solicita un préstamo al banco para comprar un coche. El banco quiere asegurarse de que se le devolverá el dinero y decide pedir un aval. ¿Quién puede ir de avalista? Cualquier familiar o amigo, por ejemplo, pongamos que va su hermano. Si el usuario paga su deuda cada mes, el hermano no resultaría perjudicado. Pero si no paga, el avalista tendría que hacer frente a la deuda, como si fuera suya.

El que presta el dinero busca una garantía extra de pago, para estar más protegido y asegurarse de que va a cobrar al cien por cien.

¿Cuando se necesita un aval?

En los casos anteriormente mencionados podría ser necesario disponer de un aval. No obstante, depende de la capacidad financiera del usuario y de su historial. Si se tiene un perfil ahorrador, es menos probable que se exijan garantías de pago extra. Pero depende del producto a financiar.

Cada vez es más frecuente en el caso de los alquileres de viviendas. Por ello, te recomendamos que lo tengas en cuenta y que siempre tengas un plan b, por si te hace falta.

Tipos de aval

Es importante conocer los distintos tipos de aval que existen. Principalmente, se dividen en dos, aval personal y bancario:

• Personal: sucede cuando un amigo o familiar decide ir de aval para la compra de un coche, una casa, etc.
• Bancario: también puede producirse el aval bancario. Es el propio banco el que avala al usuario y se hace cargo de la deuda. En este caso, el usuario le paga al banco todos los meses para que le avale.

Si necesitas un aval, habla con tu banco porque es posible que te lo conceda sin ningún tipo de problema. Depende, como te decimos, de tu scoring.

¿Y si no tengo aval y necesito dinero?

En ese caso, podrías solicitar un préstamo personal. Mediante un préstamo puedes hacer frente al pago de varias mensualidades del alquiler o comprarte un coche a tocateja, para así evitar situaciones frecuentes en las que sí podrían pedírtelo.

Si lo necesitas, recuerda que en Fintonic negociamos para que consigas tu préstamo con las mejores condiciones.
¿Te ha quedado más claro qué es un aval? Puedes preguntarnos.