Custodia compartida: descubre cómo afecta psicológicamente a los niños

En el último post hablábamos por vez primera del divorcio, más concretamente, de lo que puede suponerle a tu bolsillo una separación.

Como se trata de un tema muy amplio (cada ruptura es un mundo completamente distinto), esta semana nos gustaría tratar por encima a los más pequeños de la casa y en cómo viven el proceso, sobre todo la custodia compartida.

Para la elaboración de este artículo en FIntonic hemos contamos con la colaboración de Mònica Fdez- Prida, psicóloga especializada en terapia de familia y pareja, M-25175.

En nuestro país, la custodia compartida de los hijos, tras una separación o un divorcio, es algo excepcional. De las 58.342 atribuciones de guarda y custodia que se acordaron en 2011, solo 7.220 fueron compartidas, frente a 47.994 atribuidas a la madre y 3.128 al padre.

La regulación actual establece la custodia compartida para los casos en que ambos padres la soliciten de común acuerdo, siempre que ninguno de los dos haya cometido un delito contra la vida, la integridad física, la libertad o de carácter sexual contra su pareja o los hijos que convivan con ambos, ni existan indicios de violencia de género (apartados 5 y 6 del artículo 92 del Código Civil).

Actualmente muchos padres solicitan la custodia compartida y es importante que sepan cómo puede afectar a los hijos esta situación. La custodia compartida podría ser una buena fórmula de separación siempre y cuando los padres, por el bien de sus hijos, traten de mantenerles al margen del proceso de separación o divorcio, y procuren tener entre ellos una comunicación exenta de ataques verbales, descalificaciones y desautorizaciones.

Es muy importante, aunque pueda resultar muy difícil, que los hijos reciban de ambos progenitores una educación similar; (tratar de inculcarles los mismos valores). Para ello, ambos tienen que ponerse de acuerdo para aplicar las mismas normas para que el hijo no perciba muchas diferencias educacionales. ¡Y lo más importante!, siempre hay que estar muy pendientes de saber cómo se sienten los hijos.

Por el contrario, si los padres implican a los hijos en el proceso, mantienen una mala o nula comunicación, los hijos reciben constantes mensajes contradictorios o los padres no saben ni cómo se sienten sus hijos, es posible  que puedan aparecer algunas consecuencias psicológicas que repercutan en el desarrollo emocional, social y cognitivo de los hijos. Éstas dependerán también de la edad y la madurez emocional del hijo:

Consecuencias a nivel emocional:  Tristeza, llanto, miedo, alteraciones del sueño, rabia, agresividad, cambios de humor, dificultades en la identificación, expresión y manejo de las emociones, sensación de desprotección, sentimientos de culpa…

Consecuencias a nivel social: baja autoestima, reducción de las habilidades sociales, aislamiento, inseguridad, desconfianza, confusión de roles…

A nivel cognitivo: síntomas regresivos como una enuresis o ecopresis, retraso en el desarrollo cognitivo, problemas de aprendizaje, dificultades en la concentración y atención, disminución del rendimiento escolar, síntomas de estrés postraumático, insomnio, pesadillas recurrentes, fobias, ansiedad, trastornos de alimentación…

En el caso de no saber cómo manejar la situación sería recomendable acudir a un profesional lo antes posible.

Quieres lo mejor para tu hijo pero, ¿Cuánto costará el proceso?

Las sesiones  psicológicas individuales de 1 hora de duración tienen un coste aproximado de unos 50-60 euros por sesión. Las  familiares 70-80 euros aprox, y la duración del tratamiento dependerá del problema a tratar.

A todo esto no olvides sumarle los costes que ya mencionábamos en el anterior artículo:

En el caso de que haya mutuo acuerdo entre la pareja Euros 600- 1.500 €

En el caso de que no haya mutuo acuerdo entre la pareja Euros 1.500 – 2.000 €.

Pero tranquilo, no te agobies con las cuentas y recuerda: gracias al uso de Fintonic.com podrás llevar al día todas tus cuentas desde un único sitio y gestionar sin preocupaciones tu nueva situación económica sin sorpresas desagradables. No es lo que más te va  aliviar, pero si podrás dedicar el tiempo que te ahorres en la gestión de tus finanzas en otros asuntos más importantes…