Como ahorrar en el carro de la compra… sin adelgazar

por Jesús Martínez
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Otra vez camino del súper, te sorprende regresar tan pronto, ¿Verdad?, y es que fuiste hace nada… En fin, es lo que hay, al fin y al cabo es una tarea que haces con frecuencia, a priori, sin ningún tipo de esfuerzo y de forma monótona: tienes más o menos una idea de lo que necesitas (si no te acuerdas de algo vuelves mañana) y un presupuesto en la cabeza, que no has establecido, pero da igual, cuanto menos sea el total a pagar, mejor, así sabes que has hecho una buena compra… ¿O no? Siento ser yo quien te lo diga, pero no es así.

El gasto medio mensual que dedicamos los españoles a la compra es de unos 383€. Un usuario medio de Fintonic gasta una media de 359€, casi 300€ al año menos que la media nacional. ¿En qué grupo te encuentras? Si aún no lo sabes, ese es el primer paso, descúbrelo con fintonic.com

Sé que suena improbable (a veces cansino) eso de ahorrar en la compra, al final, uno va y pilla lo que necesita, ¿verdad? En Fintonic nos lo hemos currado para que lo que vas a leer a continuación no te deje indiferente 😉

Planifica tus menús semanalmente.

Es la mejor manera de ahorrar tiempo y dinero. Compra lo justo y necesario, improvisar siempre sale más caro.

Haz una lista de la compra.

Ahora te parecerá evidente, pero más adelante descubrirás que los supermercados se han convertido en verdaderos campos de batalla del marketing. Si llevas apuntado lo necesario para centrarte y no caer en tentaciones ahorraras muchiiisimo dinero al año.

Compara precios entre establecimientos:

El mismo producto (mismo formato y marca) en diferentes supermercados varia muchísimo. Dependiendo del lugar de compra, una familia puede ahorrar de media en España hasta 1.046 euros al año con su cesta de la compra. Esta cifra puede llegar hasta los 2.743 euros en Madrid. Un 44% más caro sobre el importe total de la compra.

Si comparamos sólo productos de marca blanca, el ahorro es todavía mayor, 3.169 euros en Madrid, 2.525 euros en Barcelona, y 2.322 euros en Bilbao.

Consume productos de temporada.

Son más baratos, saludables ¡y sabrosos! Evita tanta comida precocinada, que además de ser carísima, es menos ecológica y mucho menos sabrosa. ¡Disfruta el sabor del ahorro!

Elimina de tu compra productos insanos e innecesarios.

Si, están buenísimos… pero la bollería o los snacks son productos caros e innecesarios en tu compra, y su abuso puede causar numerosos problemas de salud.

Busca las ofertas y compra algunas marcas blancas.

Calidad y Precio no siempre van de la mano, por ello, analiza bien qué productos de marca blanca se adaptan a tus necesidades, y cuáles de marca son imprescindibles (piensa que en numerosas ocasiones el precio va relacionado con el i+D del producto). Nosotros te recomendamos:

a. Te recomendamos comprar marca blanca para lo que hayas comprobado que te merece la pena, es decir, siempre y cuando la calidad no se resienta mucho

b. ¡Revisa el precio por kg! No te fijes sólo en los precios bajos de lso productos, pues el PVP de otros puede ser más alto porque se trate de un formato más grande, pero su precio por kilo ser más bajo.

Te recomendamos echarle un ojo a este artículo de la OCU al respecto de la marca blanca y de fabricante 😉

Las ofertas como los 2×1, o más cantidad por menos precio, suelen salir muy rentables, siempre y cuando sean de productos no perecederos como arroces, pastas, detergente…Ya que muchas veces uno se deja llevar por las ofertas y luego encontramos un nuevo ecosistema en la comida que no pudimos terminar.

Dedica una tarde a cocinar a gran escala y congela en porciones.

Coge el mandil, ponte música animada, y plántate ante los hornillos. Te ahorrarás gastar dinero en comida rápida, y mejorarás la calidad de tus platos. ¡Presumiendo de tu propia salsa de tomate o tu lasaña a la Menchu!

Optimiza la calidad de tus alimentos.

Comer primero los productos que antes se estropean. Y no olvides que las fechas de caducidad son orientativas, por lo que debes fijarte en el color, el olor y el sabor antes de tirar la comida. Muchos productos pueden seguir siendo usados, como por ejemplo los yogures, que hace poco le han quitado la fecha de caducidad (ahora pasa a tener fecha de consumo preferente).

Procura ir sin hambre y sin niños a la comprar.

Es más importante de lo que crees. Está claro que cuando vas al super con el estómago vacío, tus neuronas dan una patada a la lógica, y empiezan a gritar cosas similares a: ¡chocolate!, ¡bollería! ¡chuletón de buey!, ¡jamón ibérico pata negra!, ¡vino gran reserva!, mientras, tu bolsillo lleno de temor, comienza a temblar.

Es mejor comerte un sándwich antes de ir al super que arruinarte en una compra, ¿no crees?

En cuanto a los niños, es tan peligroso llevar un niño al supermercado como unas muletas con ruedas, sí sí. Empiezan con su “quiero esto, y eso, y cuando te das cuenta el carro solo tiene gusanitos, galletas, chocolate, y objetos raros con regalos que se transforman en robots extraños.

Y si ya le sumas los berrinches que se pillan si no les compras lo que desean, lo cuál puede ser fácil si reaccionas de esta manera, pero como no suele ser lo habitual…mejor dejarlos en casa con alguien y evitar situaciones incómodas.

Bollería industrial y caramelos.

Normalmente suelen colocar estos productos cercanos al suelo, para que los niños pueden cogerlos y te obliguen a comprarlos poniendo ojitos o mediante los berrinches (recuerda el punto nº7). Repetimos que lo mejor en estos casos, es que vayas sin niños.

No uses el carrito si no es necesario.

El carrito de la compra no es tu amigo, es peligroso. Aunque no te des cuenta, te incita a que lo llenes, o al menos a que lo intentes, por lo cual, acabas gastando más dinero en cosas que realmente no son necesarias para ti. Por eso cuando vayas a la compra, intenta coger la cesta (es más fiable), y cíñete a tu lista de la compra.

Cuidado con los pasillos.

Los pasillos de los supermercados están perfectamente pensados, ¡son trampas humanas! Suelen ser muy estrechos para que la gente tenga que pararse cada 2 por 3 al verse en una caravana provocada por el tráfico de enormes carritos de la compra que impiden el paso. Mientras estás despistado esperando que el carrito de delante se mueva, estás fijándote en los productos que te rodean, y sin darte cuenta, estás llenando el carrito con tiritas con dibujos de animalitos de colores que, seamos francos, no necesitas. Mantente alerta y cíñete sólo a lo que venias a buscar.

Jugando al escondite con los productos de primera necesidad.

¿Nunca te habías planteado por qué productos tan primarios como la leche o los huevos, están tan escondidos? Pues la respuesta es sencilla, si tienes que recorrerte todo el supermercado buscándolos, acabarás viendo otros productos que a pesar de no ser prioritarios, acabarán inexplicablemente en tu carrito. Un buen consejo es que cuando sepas dónde están situados, vayas directo, ¡no te pares por el camino! Si es un supermercado que desconoces, no te preocupes, es irremediable no caer en la tentación, pero ya sabes qué hacer la próxima vez.

Orden de las estanterías.

Poca gente se da cuenta de que los productos más baratos suelen estar en las estanterías más cercanas al suelo, y los más caros a la altura de los ojos (son los productos con mayor probabilidad de ser elegidos). Si tu intención es ahorrar, no tengas miedo a flexionar las piernas que, además de hacer algo de deporte, lo notarás en el bolsillo.

Cambios de localizción de los productos.

“¿Por qué me cambian cada x tiempo los productos de sitio?” habrás pensado más de una vez. Sencillo, es la forma que tienen los supermercados de evitar que vayas directo a lo que necesitas, y recorras así todos los pasillos en busca de ello. Así que recuerda, siempre siempre ceñidos a la lista de la compra.

El poder de los colores.

Ten cuidado con todo lo que sea bonito y llamativo. Normalmente la estrategia del color y del envoltorio son muy peligrosas. Incitan a llevarte productos que te parecen apetitosos y de calidad, sólo porque vienen envueltos en papel dorado o plateado, y eso te hace sentir importante. Repetimos, cíñete a tu lista de la compra y, si lo ves necesario, usa gafas de sol, no verás nada, evitarás las tentaciones y crearás tendencia.

Recuerda marcarte un presupuesto para supermercado en fintonic.com. Además de tener tus gastos bajo control, te avisará con alertas cuando estés a punto de sobrepasarte, y además comprobaras si estos consejos han conseguido reducir tu presupuesto para supermercado. ¡Te llevarás una agradable sorpresa! 🙂

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6 comments

javier 31 de mayo de 2013 - 21:50

Me he quedado acojonado del reclamo al consumismo.Gracias por vuestros consejos.

adminFintonic 7 de junio de 2013 - 09:34

Gracias a ti por tu comentario ^^

marta 6 de junio de 2013 - 15:43

Está bien la información sobretodo lo de que los productos más baratos están por los suelos 😛 pero sinceramente, por lo demás con tanta crisis y los bolsillos tan apretados una ya no anda dándose caprichos, ni a nosotras ni a los niños. Es utilizar el sentido común pero para quien aún no lo tenga muy claro le va a venir fenomenal esta info.

adminFintonic 6 de junio de 2013 - 15:54

¡Muchísimas gracias por tu comentario! 🙂

Un saludo!

Los 5 perfiles de “ahorradicto”: ¡descubre si llevas uno dentro! - La tribuna de HelpMyCash 8 de agosto de 2013 - 14:33

[…] hacer? Además de todo lo que comentábamos en el artículo de compras en el supermercado, compara el precio por Kg. Normalmente, cuando se trata de productos no perecederos como […]

Luis Rosiyo 9 de agosto de 2013 - 00:21

Graaaande Post!!!

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