“Todo es terrible pero yo estoy bien”, el libro que ha presentado AECOC tras analizar datos de Fintonic

por Jorge Jimenez
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Como ya repasamos aquí, Fintonic ha colaborado con la Cátedra Intent HQ de IESE para analizar el impacto de la crisis de precios que hemos vivido desde 2022. Hoy, jueves 6 de julio, ha tenido lugar en Madrid la presentación del libro “Todo es terrible pero yo estoy bien”, elaborado por IESE y producido con la ayuda de AECOC (Asociación de Fabricantes y Distribuidores).

La presentación ha comenzado con la intervención de Jose María Bonmati, Director General de AECOC, que ha destacado “el mayor valor de los datos de compras reales sobre las encuestas o cuestionarios” a la hora de realizar análisis sobre el consumo. El estudio realizado busca entender el impacto de la inflación a través de datos facilitados por Fintonic. Se trata de gastos de más de 250.000 usuarios de la aplicación entre los años 2022 y 2023 que han permitido entender el impacto del encarecimiento de las materias primas, energía, bienes de consumo y tipos de interés en los hogares españoles.

A la presentación también asistió Gonzalo Serrano, Head of Data Services en OpenInsights, la división de Fintonic especializada en el diseño de servicios avanzados de open banking y análisis de datos para empresas y entidades financieras. “El enriquecimiento de información transaccional procedente de la agregación financiera, con el apoyo de la inteligencia artificial; y el análisis de datos anonimizados para la investigación de mercados son claves a la hora de establecer una estrategia óptima de conocimiento de los clientes” afirma Serrano.

Durante la presentación del Profesor José Luis Nueno, Titular de la Cátedra Intent HQ de Marketing del IESE, ha destacado algunos de los elementos más interesantes de su estudio cuya metodología contrastada permite extraer conclusiones ajustadas a la inflación:

  • El consumidor está recortando en lo discrecional. Es decir, en los gastos no necesarios. Se observa que en categorías como alimentación, bienes de consumo duraderos como electrodomésticos, muebles, autos o reformas, por ejemplo, existen recursos para hacer una compra más “inteligente” o incluso aplazar el gasto. Por ejemplo, en alimentación y bebidas se ha reducido el volumen un 6% ya que los consumidores han migrado hacia marcas de distribuidor o buscado supermercados con precios más económicos.
  • En tickets pequeños no se ha recortado sino que, al contrario, el gasto se ha visto aumentado: ropa, restaurantes, pequeños viajes.
  • En categorías como farmacia o enseñanza se está gastando mucho menos que durante la pandemia y los meses posteriores
  • Categorías como delivery o streaming de video también observan un retroceso. En el caso de delivery, no deja de ser un lujo y su comportamiento también se ve afectado por el regreso a los restaurantes tras la pandemia

El estudio también ha profundizado en la capacidad de ahorro de los consumidores. De esta forma, el Profesor Nueno, menciona que al comenzar la pandemia se observaba una tasa de ahorro sobre ingresos cercana al 11% que durante el covid llegó al 21% pero en la última medición (enero de 2023) se situó en el entorno del 9%.

En el apartado de conclusiones, el Profesor Nueno indica que las empresas tienden a enfocar la investigación de mercado mediante encuestas a sus clientes pero éstos, voluntaria o involuntariamente te engañan: “haz lo que hago, no lo que digo”, concluye. Se observa, por tanto, un mayor recorte en los gastos grandes y no tanto en los gastos más pequeños debido a que existe un fenómeno en la sociedad post-pandemia que hace que los consumidores tiendan a “premiarse”. Por ejemplo, ahora que llega el verano, los helados son más caros pero, al ser un gasto pequeño y poder pagarlo, me lo compro porque me lo merezco. En conclusión, el mix de productos en la cesta de la compra está cambiando.

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