¿Tiene futuro el dinero en efectivo?

Hay una expresión que dice que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Pues esto es exactamente lo que pasó el lunes 28 de abril de 2025, cuando un apagón masivo dejó sin luz a toda España, Portugal e incluso partes de Francia.

En las horas que transcurrieron hasta que se restauró el suministro, los cajeros, TPVs y medios de pago digitales y electrónicos dejaron de funcionar. Y una gran cantidad de personas que se jactaban de no utilizar nunca dinero en efectivo se dieron cuenta de que sus tarjetas eran solo un trozo de plástico, y sus apps de pagos en línea eran totalmente inútiles en esas circunstancias.

Ante un acontecimiento como ese, no cabe duda de que el dinero en efectivo se reivindica como un medio de pago necesario y que parece tener todavía mucha vida por delante, pese a que algunos agoreros lo daban por difunto ya en 2020, cuando la pandemia de COVID-19 marcó cifras récord en el uso del e-commerce y los pagos digitales.

Sin embargo, una vez pasado el susto, da la impresión de que la gente ha vuelto a sus rutinas habituales en cuanto al uso de los medios de pago. ¿Es posible que nos hayamos olvidado tan pronto de lo importante que es llevar algunos euros sueltos en la cartera? Bueno, quizá sea porque no todo el mundo (y digo “mundo” en sentido literal) tiene los mismos hábitos de consumo ni abona sus compras de la misma manera.

El dinero en efectivo en el mundo

Que el uso del dinero en efectivo se ha reducido es un hecho. Numerosos estudios lo atestiguan, pero, en realidad, basta con echarse a la calle o hablar con varias personas de tu círculo para darse cuenta. Aún así, vamos a ser prolijos: según el muy actual e interesante Worldpay Global Payments Report 2025, las transacciones globales en efectivo en un punto de venta físico ascendían al 44% en 2014. Diez años después, este porcentaje ha caído al 15%, y las previsiones para 2030 lo reducen al 11%.

Sin embargo, esta predicción cuenta con que, llegado a un punto, la bajada se reduzca hasta estabilizarse en una tasa anual compuesta (CAGR) del 2%, más o menos. Y, aunque la caída en el uso de efectivo es generalizada, ya hemos dicho que no todos los países lo usan de la misma forma.

Países que más usan el dinero en efectivo

Por ejemplo, entre los países que más utilizan el efectivo lidera Nigeria, Filipinas, Indonesia, México, Japón, Alemania y Colombia. Nigeria ha pasado de pagar en efectivo el 99% de las veces hace una década a solo el 40% en la actualidad, una bajada significativa, pero que aún mantiene el cash como un método de pago potente.

Sorprende ver a países muy desarrollados, como Alemania o Japón, entre los más reacios a desprenderse de sus billetes y monedas sueltas. En el caso del país germano, la explicación puede estar en su aversión a las tarjetas: cuando no pueden pagar en efectivo, optan por los monederos digitales porque aportan mayor privacidad.

Países que menos usan el dinero en efectivo

Entre los que menos uso hacen del dinero en efectivo encontramos a cuatro países escandinavos (Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca), tres asiáticos (China, Hong Kong y Corea del Sur) y los Países Bajos, todos ellos con un porcentaje de uso inferior al 10%, y unas previsiones que los sitúan en el 4% o 5% en 2030.

Aquí destaca el caso de China, que de un 77% de pagos en efectivo en 2014 ha pasado a tan solo un 5%, debido principalmente a la amplia adopción de pagos móviles, que representan el 84% de las transacciones digitales y el 70% en puntos de venta físicos en el país.

Métodos de pago según sectores

El detallado informe de Worldpay deja claro que el futuro es de las billeteras digitales. En su análisis por sectores, las e-wallets salen vencedoras en casi todos ellos. De nuevo, es notoria la reticencia de los alemanes a usar tarjetas de crédito, y prefieren pagar con monederos electrónicos por su contenido digital, cuando reservan viajes o cuando piden comida a domicilio. Eso sí, en los restaurantes prefieren efectivo.

En el caso de los servicios financieros y los juegos de azar online, la cosa está más repartida: las tarjetas de crédito o débito se reparten el pastel con las e-wallets y los pagos A2A (cuenta a cuenta). En Australia, por ejemplo, donde se prohíbe el uso de tarjetas de crédito en iGaming, PayPal es el medio de pago más utilizado. Visto esto, los australianos harían bien en repasar la lista de los mejores casinos con PayPal reseñados por Casino.org para sortear esta prohibición.

Los monederos digitales, ¿el futuro?

En Asia-Pacífico, los monederos digitales son ya el medio de pago más utilizado, tanto en tiendas físicas como online. En esta subida, especialmente en lo relativo al mercado presencial, tiene mucho que ver la adopción masiva de estos métodos por parte de China.

En Europa, aunque los pagos con monedero electrónico ya son los más habituales en transacciones online, no ocurre lo mismo con los pagos presenciales, donde mandan las tarjetas y el dinero en efectivo, y se prevé que sigan haciéndolo en 2030.

Latinoamérica, Oriente Medio y África son los tres sitios donde el efectivo y las tarjetas siguen estando por encima de los billeteros digitales, tanto en establecimientos físicos como en red, mientras que en Norteamérica hay igualdad en cuanto a transacciones online, pero las tarjetas y el efectivo vencen de forma aplastante en los puntos de venta.

En cualquier caso, también hay que tener en cuenta otros factores, como es el crecimiento en el uso de sistemas de pago en tiempo real (RTP) en todo el mundo, tal como indica el informe Prime Time for Real-Time, de ACI Worldwide; o el hecho de que, aunque el uso del efectivo esté disminuyendo, la percepción de su importancia no lo hace: según el Banco Central Europeo, el porcentaje de consumidores que cree que es importante poder pagar en efectivo aumentó en 2024 hasta el 62%. Me pregunto cuál sería el porcentaje después del famoso apagón…

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Jorge Jimenez

Tomar buenas decisiones económicas es saber disfrutar la vida

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