El saldo es la cantidad de dinero o valor restante en una cuenta después de realizar todas las transacciones correspondientes. Puede ser un término aplicable a cuentas bancarias, tarjetas de crédito, préstamos u otros productos financieros. Dependiendo del tipo de cuenta, el saldo puede referirse a dinero disponible para gastar o a deuda pendiente de pago.

Existen dos tipos principales de saldo:

1. Saldo positivo: Cuando los ingresos superan a los gastos, lo que significa que la cuenta tiene dinero disponible.
2. Saldo negativo: Cuando los gastos superan a los ingresos, lo que indica una deuda o insuficiencia de fondos.

En el caso de las cuentas bancarias, es importante monitorear el saldo regularmente para evitar descubiertos (cuando se gasta más de lo disponible en la cuenta), que pueden generar comisiones adicionales.

Para las tarjetas de crédito, el saldo refleja el total adeudado por las compras realizadas. Pagar el saldo en su totalidad al final de cada mes es una práctica recomendada para evitar intereses y mantener un buen historial crediticio.