El riesgo financiero se refiere a la posibilidad de que una inversión o acción financiera no genere los resultados esperados, lo que puede traducirse en pérdidas. Todos los inversores y empresas se enfrentan a algún tipo de riesgo financiero, ya sea en la bolsa, al adquirir un préstamo, al invertir en nuevos negocios o al realizar cualquier tipo de transacción financiera.

El riesgo financiero puede dividirse en diferentes tipos:

1. Riesgo de mercado: Es el riesgo de que el valor de una inversión disminuya debido a cambios en el mercado. Este tipo de riesgo está relacionado con factores macroeconómicos, como las tasas de interés, la inflación, o fluctuaciones en el valor de las divisas.

2. Riesgo de crédito: Este tipo de riesgo se refiere a la posibilidad de que una parte de la transacción no cumpla con sus obligaciones de pago, lo que puede generar pérdidas para el acreedor.

3. Riesgo de liquidez: Ocurre cuando una empresa o inversor no puede convertir un activo en efectivo lo suficientemente rápido para cumplir con sus obligaciones financieras.

4. Riesgo operativo: Está vinculado a fallos internos de una empresa, como errores en los sistemas de información o problemas en la gestión.
Para mitigar el riesgo financiero, las empresas y los inversores suelen utilizar estrategias como la diversificación de activos, la adquisición de seguros o la cobertura mediante instrumentos derivados.