Los gastos son los desembolsos de dinero que una empresa o individuo realiza para adquirir bienes o servicios necesarios para su funcionamiento o actividad diaria. En la contabilidad, los gastos se dividen generalmente en gastos operativos, que son necesarios para las operaciones diarias (como salarios, alquiler y suministros) y gastos no operativos, que no están directamente relacionados con la actividad principal del negocio (como intereses sobre préstamos o pérdidas por ventas de activos).
Controlar los gastos es fundamental para la salud financiera de cualquier entidad. Un exceso de gastos puede llevar a déficits financieros y afectar la rentabilidad. Por esta razón, muchas empresas implementan presupuestos y realizan análisis de costos para gestionar sus gastos de manera eficiente.
Los gastos también pueden ser clasificados como fijos y variables. Los gastos fijos son aquellos que permanecen constantes independientemente de la actividad de la empresa, como el alquiler o los seguros. Los gastos variables, por otro lado, cambian en función de la producción o las ventas, como los materiales de producción o la mano de obra.
En las finanzas personales, es esencial llevar un registro de los gastos para asegurar que se mantenga un equilibrio entre los ingresos y los desembolsos. La gestión adecuada de los gastos puede permitir el ahorro, la inversión y, en última instancia, mejorar la situación financiera general.