Los bienes de consumo son productos o servicios que los consumidores compran para su uso personal o doméstico. Estos bienes se clasifican en diferentes categorías según su durabilidad y frecuencia de compra. Por ejemplo, los bienes de consumo duraderos son aquellos que tienen una vida útil prolongada y no se consumen rápidamente, como electrodomésticos, muebles o automóviles. Por otro lado, los bienes de consumo no duraderos son aquellos que se consumen rápidamente, como alimentos, productos de higiene o ropa.
Otra clasificación importante es la de bienes de conveniencia, que son productos comprados frecuentemente y con poco esfuerzo de decisión, como productos alimenticios básicos, y los bienes de compra que requieren mayor comparación y evaluación antes de ser adquiridos, como electrodomésticos o ropa de marca. También existen bienes de especialidad, que son productos únicos o de lujo por los que los consumidores están dispuestos a pagar un precio superior.
Los bienes de consumo desempeñan un papel fundamental en la economía, ya que representan una parte significativa de la demanda de los consumidores. Las empresas que fabrican o venden bienes de consumo deben estar atentas a las tendencias del mercado, la demanda de los consumidores y la competencia para poder ofrecer productos que atraigan a sus clientes objetivo.