Un activo intangible es un bien no físico que posee valor para una empresa o individuo, y que puede generar beneficios económicos futuros. A diferencia de los activos tangibles, como el dinero, el equipo o las propiedades, los activos intangibles no tienen una forma física, pero su valor puede ser crucial para el éxito de una organización. Algunos ejemplos comunes de activos intangibles incluyen marcas comerciales, patentes, derechos de autor, software, goodwill y licencias.

Los activos intangibles se clasifican generalmente en dos tipos: activos intangibles identificables e intangibles no identificables. Los activos intangibles identificables incluyen patentes y marcas registradas, que se pueden comprar, vender o licenciar de manera separada del negocio. Los intangibles no identificables, como el goodwill, se refieren al valor añadido de la reputación de la empresa o de sus relaciones con clientes y proveedores, y solo tienen valor en el contexto del negocio en su conjunto.

La contabilización de los activos intangibles puede ser compleja. En el balance general de una empresa, los activos intangibles se registran a su valor justo o de adquisición, y a menudo se amortizan durante su vida útil estimada, al igual que los activos tangibles. Sin embargo, algunos activos intangibles, como las marcas con una vida útil indefinida, no se amortizan pero se someten a pruebas de deterioro de valor regularmente.

En resumen, aunque los activos intangibles no son visibles ni físicos, su influencia en la competitividad, innovación y éxito a largo plazo de una empresa puede ser considerable, convirtiéndolos en un componente esencial del patrimonio empresarial.